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Esta isla, bien llamada “La Isla Feliz”, es un lugar mágico y con un encanto sin igual.
Cuando oímos hablar de las maravillas de Aruba, todos queremos ponerlo en nuestro bucket list para conocerlo y vivir de primera mano todo lo que tiene para ofrecer.
Aruba es un lugar al que la gente va porque sí, porque quieren conocer o para celebrar ocasiones especiales, pues es un destino que lo tiene todo, comida, descanso, vida nocturna y, gracias a esto, es un lugar perfecto para irse en pareja y disfrutar.
En nuestro caso, era la primera vez que íbamos y que viajábamos sin nuestra hija de dos años, Sienna. Siempre nos había llamado muchísimo la atención este destino para ir solos y, afortunadamente, fue más de lo que esperábamos, pues como papás primerizos no es nada fácil dejar a nuestra chiquita en la casa, así uno sepa que necesita tiempo y un poco de espacio como pareja.
Al tener hijos uno se olvida un poco, en un principio, de lo que es estar solos, compartir tiempo en pareja, de su pareja y hasta de uno mismo. Es algo normal, pero lo recomendable es no quedarse ahí… finalmente, los niños nacen del amor, así que hay que procurar que nunca desaparezca y destinos como Aruba ayudan, no solo a darse ese tiempo, sino también a reconectarse en muchos sentidos
Por ejemplo, poder descansar, realmente descansar, es algo que uno como papá aprecia muchísimo porque no hay mejor labor que la de ser padres, sin duda alguna es lo más divino y gratificante que hay, pero a veces es agotador y no nos damos cuenta hasta que nos sentamos en una silla asoleadora con la pareja al lado, miramos alrededor y ¡no hay que salir corriendo detrás de nadie! ¡jajajaja! A esto se le suma una vista divina, el mar y la arena más perfecta.
La comida es otro punto clave, especialmente para nosotros que disfrutamos mucho comer, Nicolás por su profesión y yo por tener la suerte de haberme casado con un chef –y, además, amo comer-. En Aruba encontramos, no solo una comida deliciosa, sino también lugares muy cool.
Hay desde lugares súper típicos y sencillos como Zeerover, donde la especialidad es el pescado frito, la cerveza y la vista (el lugar es sencillo, pero su ubicación es privilegiada), restaurantes en la playa con un ambiente romántico y otros como Carte Blanche con una comida deliciosa y un ambiente maravilloso para conversar y conocer parejas de todas partes del mundo que, así como nosotros, viajan a conocer y repiten varias veces este pedacito de paraíso que sin duda es un destino para enamorarse.